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ACTUALIDAD - ABRIL 2011 NOTAS RELACIONADAS

Boom

Aprovechar el empuje

Para comenzar a entender el proceso, es interesante averiguar qué hicieron algunas empresas para adecuar su producción y aprovechar este crecimiento inusitado.

La francesa Renault, por ejemplo, encontró en el 2010 la posibilidad de ampliar, modernizar y poner a punto su fábrica Santa Isabel, en Córdoba, acción que les demandó una inversión de 165 millones de pesos y terminó ubicando a la planta entre las más modernas de su flota. Luego, hacia fines de año, la empresa comenzó a trabajar en dos turnos diarios de soldadura, pintura y montaje. Esto permitió aumentar de modo paulatino la producción diaria, logrando un total de 550 vehículos por día. También la planta de estampado, que trabajaba regularmente en tres turnos, comenzó a hacerlo en cuatro, llegando casi a la totalidad de su capacidad productiva.

De este modo, Renault finalizó el 2010 con una producción total que rondó los 95.000 vehículos, un 43% más que el año anterior y con un récord de fabricación en los 55 años de producción de Santa Isabel.
Por fuera de la línea típica de producción, además, la compañía se dio el gusto de hacer un nuevo lanzamiento: a fin de año presentaron el Fluence, un auto para el que se invirtieron $335 millones. Este nuevo vehículo, empero, no descuidó a los otros modelos. En el segmento furgones, por ejemplo, Kangoo Express y Master terminaron 2010 como líderes absolutos, logrando un hito que Renault no lograba desde el 2003 con su modelo Traffic.

En números concretos, la empresa vendió durante el 2010 un total de 82.385 autos en todo el país, logrando un crecimiento del 35% con respecto al 2009. La producción, en tanto, le representó un crecimiento del 42,5% con respecto al año anterior, llegando a 94.199 unidades producidas frente a 66.083 en 2009.
Desde el lado de la marca italiana Fiat, en tanto, las acciones y estrategias también han sido muchas. Así, desde finales de febrero de este año han aumentado el ritmo de producción de su planta de Ferreyra, Córdoba, pasando de 400 a 650 unidades por día. A esto se le agrega un programa de inversiones focalizado en el desarrollo de proveedores y alistamiento de la planta para la fabricación de un nuevo modelo en el mediano plazo.

En ese orden, Fiat Auto Argentina viene desplegando un intenso y coherente programa de mejora continua de procesos industriales, de compra, de provisión y de servicios, que involucran tanto a quienes son parte de la empresa como a la red de concesionarios y de proveedores. Fruto de esta política, la empresa logró diversos reconocimientos a lo largo de 2010, como el Premio Nacional a la Calidad, siendo la primera terminal automotriz en América Latina en haber obtenido una distinción de este tipo.

 

Con la mirada hacia adelante

En vista de estos resultados y estrategias puestas en marcha, la mirada sobre el pronóstico para los años próximos está más avezada que nunca.

Así, desde Renault se proponen continuar con los estudios de factibilidad de los vehículos eléctricos, aumentar la oferta de productos y apostar a la exportación como ejes fundamentales. “Nuestros puntos claves son: el desarrollo de proveedores locales, para lo que estamos desplegando un plan de inversiones a dos años. Focalizar en la calidad de venta, servicio y la renovación de la red de concesionarios, un proyecto que ya venimos realizando en el que seguimos focalizados”, explica Juan Marcelo de Carlo, Gerente de Comunicación de Renault Argentina.

Además, la empresa prevee la fabricación de un vehículo de entrada de gama, que se destinará principalmente a la exportación y del cual podrían producirse alrededor de 100.000 unidades por año. Conjuntamente, está pronto a lanzarse el Latitude, un vehículo que significa la vuelta de Renault al segmento de alta gama. Y hacia fin de año se estima la presentación de Duster, un SUV 4x4 y 4x2 compacto, que aproveche la experiencia offroad de Nissan, aliado de la marca, y que presentará un precio muy competitivo dentro de la gama media.
“Luego de un 2010 con un nivel muy alto de actividad tanto para Renault como para la industria automotriz en general, prevemos que para este año el mercado y la industria cuentan con el potencial necesario para continuar creciendo de manera sostenida”, apunta de Carlo.

Para Fiat Argentina, por su parte, las previsiones también son positivas. “Con el boom de precios de los commodities que produce esta región del mundo, las perspectivas de crecimiento del sector automotor, tanto en términos de producción como de ventas, siguen siendo muy alentadoras”, explica Roberto Gigliarelli, Director Comercial de Fiat Auto Argentina. Según su punto de vista, el fenómeno de la soja y el auge de la economía brasileña, que crece en forma sostenida e incorpora cada vez más población al mercado de consumo, son los dos grandes propulsores de una creciente producción en los polos productivos de las terminales, esencialmente emplazados en Brasil, México y Argentina.

En este sentido, la marca pretende seguir acompañando el crecimiento del mercado, manteniendo una participación en torno al 11%, con importantes novedades en términos de lanzamiento de nuevos modelos y versiones, en línea con la estrategia de actualización de la gama y fuerte reposicionamiento de la imagen de la marca. “Este es un camino que no sólo está transitando la empresa, sino que también involucra a la red de concesionarios, con la que desde hace varios años venimos trabajando en sistemas de gestión y de certificaciones de estándares de calidad de servicios”, redondea Gigliarelli.

Por el lado de los servicios y accesorios, en tanto, se encuentra el testimonio de Norauto. Para Jean-Yves Menou, Presidente de la compañía en Argentina, “este contexto de aumento del parque automotor, crecimiento económico y deficiente estructura de transporte público genera expectativas positivas para el sector de accesorios y servicios para el automotor para los próximos años”.

Un tema que preocupa en este rubro, sin embargo, es la dificultad para encontrar personal capacitado para atender los vehículos nuevos. En los últimos años se ha avanzado mucho en el equipamiento tecnológico de los autos, y hoy es imposible trabajar sobre un vehículo sin saber de electrónica y estar actualizado. “Eso implica que el viejo modelo del mecánico que aprendía mirando el auto en el taller ya no funciona, y los colegios industriales no tienen la infraestructura necesaria para cubrir esa demanda”, explica Menour. Así, hoy la atracción y retención de los perfiles adecuados, sumado a la capacitación técnica permanente, son las prioridades para las empresas del sector.

Finalmente, es la opinión de Alberto Príncipe, presidente de la Cámara del Comercio Automotor, la que echa más luz sobre el futuro cercano del rubro. Para él, este año de elecciones es un proceso estacional. “La expectativa está generada en la gente. Sin embargo, hay una fuerza de crecimiento, y la inercia con la que viene el rubro es independiente de la pequeña crisis que pueda generar un año de elecciones”, ilustra. De todos modos, el empresario afirma que los cambios pueden darse en el sector del auto usado, un mercado vivo que depende de la oferta y la demanda (y que en el 2010 comercializó un total de 1.544.176 vehículos). Así, el movimiento de este tiene que ver con los baches de demora y entrega en los 0km. Si bien la brecha regular entre estos últimos y el auto usado es del 15% o 20% en el primer año, esto puede achicarse dependiendo de la demanda y la falta de producto. Y en el caso de los autos importados, por ejemplo, las trabas desde el gobierno suponen un cambio de planes. “Para los autos importados va a desaparecer el precio de lista y va a aparecer el de plaza, que es el que marca la gente con la compra”, explica. Es un hecho, entonces, que las trabas a la importación afectan la realidad del sector. “Mantener las estructuras va a ser difícil; habrá que reconvertir los negocios. Es una lástima que se dé en este momento de expansión y crecimiento, pero confiemos en que puede revertirse de la manera más factible, volviendo a brindar condiciones claras para la industria”, sintetiza Príncipe.

 

Cuando el boom pisa la calle

Desde el ojo empresario, pareciera que este fenómeno del boom automotriz no ha hecho más que traer alegrías. Sin embargo, el panorama cambia drásticamente al mirar hacia la situación en la calle. El pasado miércoles 6 de abril, por ejemplo , una protesta de vecinos de la Villa 31 en la Autopista Illia generó un caos absoluto en la ciudad, que desbordó todas y cada una de sus vías de salida y entrada durante 7 horas.

Si bien el conflicto no es nuevo, sino que deriva de años de falta de planificación en cuanto a infraestructura y transporte público, el reciente boom automotriz pareciera ser la gota que colma el vaso. Es que los autos nuevos en la calle no sólo se suman a los ya existentes en el parque automotor, sino que además se encuentran de frente con las distintas huelgas, manifestaciones y piquetes que suelen darse en la ciudad.

A partir de esto, el Gobierno porteño ha ido tomando diversas medidas de rápida implementación, tales como el cambio de mano de ciertas avenidas y calles, la generación de carriles exclusivos para colectivos y taxis, la implementación de bicesendas y, con próxima inauguración, la creación del Metrobús sobre dos carriles de la avenida Juan B. Justo. Pero aún a pesar de esto, la congestión parece agravarse a pasos agigantados.

Para Jota Leonetti, periodista especializado en tránsito (www.controldetransito.com.ar), el incremento de autos es algo notorio incluso a comparación de unos pocos meses atrás: “Hasta el año pasado, uno podía ir por Panamericana hacia el centro a las 7:30 y, aunque cargada, la autopista funcionaba. Hoy desde las 7:15 la Panamericana está congestionada con autos que avanzan apenas a unos 10 o 20 kms/h”. Esto va generando una extensión de la hora pico, que comienza a crispar los nervios de los automovilistas desde cada vez más temprano. Una vez en la ciudad, además, el panorama no cambia demasiado. “Hoy Av. Córdoba y Scalabrini Ortiz tiene el mismo tráfico a las 2 de la tarde que antes a las 5”, se explaya Leonetti.

Ahora bien, ¿por qué entonces la gente sigue comprando autos, sabiendo que aquella va a ser su situación diaria? En primer lugar, porque no hay un buen servicio de transporte público. Con colectivos, trenes y subtes deficientes, en los que se viaja apretados y a destiempo, son muchos los que prefieren soportar la espera en la paz de su vehículo a compartir el malhumor con otros 30. “Los colectiveros manejan mal y es un hecho”, apunta Jota, “¿o acaso sabías que la ley dice que deben transitar por el carril más cercano a la acera y que sólo pueden abrirse al siguiente cuando deben hacer un sobrepaso, para luego regresar inmediatamente?”. Dado que no es algo que esté representado en la calle, la gran mayoría no lo sabe. Según el especialista, además, las paradas cada 200 mts son ineficientes: “No es lógico ni económico, generan más costo de combustible y combustión al ambiente, complican el tránsito, desgastan el asfalto…”. Los boletos de tren, colectivo y subte baratos gracias a los subsidios, por lo pronto, también contribuyen al deterioro, dado que “la gente no cuida lo que no le cuesta”.

Sumado a eso, existe la cuestión de la inflación, que genera en la gente la intención de ahorrar mediante la compra de un auto. “Se capitalizan con el vehículo, ya que el dinero en el banco se devalúa y a la casa no siempre se llega”, explica. Además, históricamente la sociedad occidental ha presentado un enorme amor al auto como objeto, tanto por su representación social como por el nivel de consumo que permite.

Enfrentados entonces a un contexto del cual “no hay vuelta atrás”, la incógnita es gigante: ¿cómo se soluciona este caos vehicular? “Creo que las medidas que está tomando el Gobierno de la Ciudad son buenas, pero faltan proyectos a largo plazo y acciones en infraestructura que pueden tomar años en concretarse.” Frente a eso, Leonetti propone una alternativa que, aunque de rápida implementación en lo individual, podría tomar mucho más en llegar a lo social: convertirse en conductores responsables. “Al tránsito lento también lo hacen las malas maniobras”, ilustra, “si todos mantuviéramos la distancia de 4 segundos con el auto de enfrente, no habría frenadas demasiado bruscas ni tantos choques”. Yendo a 36 kms/h, un vehículo recorre 10 mts en un segundo. Basta saber que toma 2 segundos reaccionar frente a un incidente para corroborar la certeza de la aseveración anterior.

Para aquellos interesados en alivianar la cuestión en el corto plazo sin depender de otros, empero, Jota brinda un pequeño tip que puede resultar salvador: “es muy bueno encontrar vías alternativas. Si estás en una avenida muy congestionada, donde la máxima es 60 pero vas a 20, buscar una calle paralela puede llevarte a 40 kms/h y hacer que llegues mucho más pronto a casa”.

Para este 2011, se prevé que el empuje de esta alza en la industria genere unos 5700 puestos de trabajo nuevos (alrededor de 1700 directos y 4000 indirectos). Es evidente que el fenómeno continúa creciendo a pasos agigantados. Así, mientras las alegrías de unos son las crispaciones de otros y mientras esperamos la llegada de soluciones concretas y a largo plazo en el aspecto vial, vale la pena armarse de paciencia e implementar algunas de las soluciones y estrategias brindadas en los párrafos anteriores. Porque si hay algo seguro, es que el consumo está en auge y el boom automotriz llegó para quedarse.

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